lunes, 3 de octubre de 2016

Torpes intentos.

En el proceso intente innumerables veces idealizarte como la persona más vil y desgraciada del mundo. Todos esos intentos resultaban torpes y fallidos. Como cuando uno esta a mitad de la madrugada, viendo los capítulos de su serie favorita en la TV, muerta de sueño e inutilmente intentando no ver un capitulo más. Así de inútil era tratar de odiarte. Y es que como podía odiar a alguien con esa sonrisa, y como podía ser posible que detrás de esa sonrisa hubiese una persona tan vil y desgraciada.
Algo en mi me decía que era diferente, tenía una luz que me hacia caer en negación, no aceptaba que fuera de ese tipo de persona... Y así, lentamente, esa luz fue guiandome a un aparentemente túnel sin salida.

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