viernes, 27 de mayo de 2016

El peso de los días.

Entonces, en ese preciso momento, momento en el cual leí aquel mensaje. Entendí que los días se tornan livianos cuando hay alguien que escuche sobre nuestro día; pero también comprendí, que aunque a mi me hacía feliz saber de su día... Yo no era quien hacía livianos sus días. (L. R.)

«Y ahora que estoy frente a ti parecemos, ya ves, dos extraños; lección que por fin aprendí ¡Cómo cambian las cosas los años! » Andrés Calamaro.

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