Se terminó la platica y decidimos dormir al término de la cena y la última gota en la botella de vino. Nos acomodamos, tú en lado Este y yo al Oeste de la cama. La piel rozó hasta donde lo permitimos, sonó la alarma, ya eran las 7:00 am, inició tu partida. Saliste de casa y la cena de la noche previa se convierto en el desayuno de los perros.